Cada rincón

La casa, el hogar, nuestro refugio de miradas envidiosas hoy me parece enorme en tu ausencia. Ya antes de entrar mi mano tiembla al introducir la llave en la cerradura..."..venga, en el fondo te haces el duro, pero como te gusta que te abrace acariciando tu torso -decías mientras abría la puerta entre risas ..."; el recibidor adornado con esa mecedora en la cual simulabas cabalgar sobre mi como si de un alazán se tratase o bien esperabas leyendo uno de tus libros favoritos mientras por la ventana mirabas de tanto en tanto como mi cuerpo brillaba por el sudor entrenando en el jardín ..." ¿sabes que me excita ver como te mueves? Me recuerda que en algún momento ese cuerpo rítmico me mecerá contra si -decías al verme entrar, iluminada mi cara al encontrarte ahí...". Bajo las escaleras y una primera lágrima desciende lentamente, mas no pienso nada, creo el vacío en mi mente. El comedor, una presión en mi pecho... .Esa habitación que con cierto sarcasmo llamábamos "la biblioteca" sigue teniendo en un lugar destacado un marco digital en el cual veo instantes de nuestra vida, me siento como si toda la bóveda celestial descansase sobre mis hombros y no puedo más, dejo que las lágrimas salgan a su ritmo, torrencialmente, acompasadas con el sonido  intermitente de balbuceantes palabras... "Te hecho de menos, tanto te amo...amé,"; casi sin pensar arranco a correr hacia las escaleras, quedándome petrificado al verte ahí, de pie, y entre las lágrimas y mi sonrisa hacen un pacto para crear un arco-iris.
- !Ay, muchachito¡ Tanto aprendí de ti y ¿dónde están tus pensamientos filosóficos?. Acaso no recuerdas que  eramos dos compartiendo un mismo camino?. ¿Acaso no deberías recordar cada uno de los momentos con una dicha sin parangón?¿cuanta gente consigue esa simbiosis que tú y yo conseguimos? Sonríe, recuerdame, haz que sea tu musa en tantos poemas como gustes, pero... .Sonríe, tienes muchos motivos para hacerlo.
Y dicho esto se difumina ante mi mirada, ante mis brazos que quieren apresarla: Sin haberme dado cuenta he llegado al recibidor de nuevo y miro por la ventana. El Sol sigue ahí, las flores siguen floreciendo y naciendo unas a destiempo de otras, no hay presión en mi pecho, una leve tristeza me recuerda que ella no está y sin embargo es tan real su abrazo desde detrás mirando el mismo paisaje que yo.....SONRIO.
Mejor o peor, el futuro será el tenga que ser y recordaré que suerte haber vivido con ella en... CADA RINCÓN.