18/12/10

Amor y sexo (Hoy toca relato erótico)

Es un día de esos desapacibles en que la gente con las manos en los bolsillos y la boca sepultada en la bufanda, los que la llevan, casi corren por desaparecer de la calle para volver cuanto antes a sus casas. Pués mira tú por dónde, yo también oculto mis manos y labios a los ojos ajenos, sin embargo no corro, dejo que el frío me cale bien profundo, me ponga la piel de gallina, mis dientes castañeen creando una melodía que sólo yo puedo entender. ¿Por qué? porque me siento vivo, me siento totalmente integrado con la estación y porque, !qué demonios, reconozcámoslo¡,no me queda otro remedio, así que para qué ir cabreado o quejándome cuando puedo ir sonriendo ante algo totalmente natural como es esta temperatura en invierno, pueda influir en mi estado de ánimo.
Decido entrar en una cafetería agitando las manos pues no llevo guantes, poco a poco comienzan a tener color nuevamente cuando, tras echar una mirada general al lugar, decido sentarme en una mesa vacía del fondo con la mirada puesta en la puerta de entrada; !Sí¡ estoy esperando a alguien. Una mujer que conocí en un foro de poesía. Discutimos tantas veces a través de comentarios que se nos hizo una eternidad esperar la contestación en el siguiente post, de manera que terminamos creándonos una cuenta de gmail para poder dialogar con una cierta continuidad. Así fue durante más de un año, hasta que finalmente ya no hablábamos exclusivamente de poesía, sino de filosofía de salón, !Sí¡ esa que se hace cuando se está ocioso, pensándolo bien, los filósofos casi siempre deben estar ociosos y doblando poco el espinazo; la cuestión es que en cierto momento tratamos sobre el Amor y el Sexo, ¿puede existir el sexo sin amor?, ¿el amor sin el sexo?, ¿la pasión sin amor?. Pasamos de una cuestión a otra pasando de una variable a otra con una facilidad asombrosa, las letras casi estallaban en llamaradas, porque pensábamos diferente?, en realidad no, en realidad era discutir por discutir, ya que sentíamos una complicidad curiosa, como si nos conociésemos de mucho tiempo; hasta llegar al momento de querer charlar frente a un capuccino, "un instante en el tiempo ideal, después de todo, es invierno" pienso mientras veo un abrigo rojo cruzar la puerta, "como para no verlo,  contrastando con el anorack amarillo de su acompañante".
- !Ja, ja,. ja, ja¡ -me da por reírme lo suficientemente alto como para que las miradas se giren hacia mi, incluyendo al abrigo rojo que ahora acompaña una falda lo suficientemente  corta para ver que lleva unas medias de rejilla.
- !Mauro? - oigo decir, pues he sepultado mi cara roja, más por vergüenza que porque haya acudido a mi cara el calor, en un libro, "El Corsario" de Lord Byron, mi preferido, que acordé poner bien visible para que me reconociese. Levanto la cabeza y a mis ojos acuden brumas del pasado.
- !No jodas¡ - suelto a bocajarro pues a quien tengo delante no es otra que mi expareja, Carolina. Nunca llegué a saber por qué se había roto lo nuestro,  "Mierda, al menos sé sincero contigo mismo", me digo mientras sigo sentado y el "anorak amarillo" gentilmente separa la silla y Carolina se sienta.
Estoy nadando en las aguas del pasado acompañado por la música de su voz presente.
-!Nunca hubiera sospechado encontrarte en un foro de poesía¡ Ya es casualidad! - dice ante la presencia del "anorak amarillo" que se limita a guardar silencio con los ojos de sorpresa y no entender que sucede.
Me debato entre levantarme e irme, pero la mirada en esta "nueva" Carolina me retiene pegado a la silla. No, no es que la encuentre la mujer más sexy del mundo, ni siquiera esos quilitos que ha ganado dejando de ser esa "sirena escuálida" que me ponía los pelos de punta cuando la veía pesar todo lo que comía, aunque en más de una ocasión la llamaba "ojitos de besugo" al ver como miraba el helado que me comía.
- ¿Así qué? Dijiste que no era capaz de mantenerte la mirada. Y sabiendo quien eres, sin duda puedo aguantartela tanto como guste.
Sigo clavado a la silla. ¿y el anorak amarillo? Sigue atravesandome con la mirada sin decir ni mu, únicamente esboza una enorme sonrisa de complicidad cuando ella habla.
- !Despierta¡ - dice Carolina chasqueando los dedos, y al poner la palma de su mano sobre la mia, un escalofrio recorre mi espina dorsal poniéndome los pelos de la nuca de punta.
Sigo anclado en la silla, yo, el que tiene respuestas para todo. Mil preguntas rondan mi cabeza solapándose de tal manera que ni las entiendo.
- ¿Dónde está tu iniciativa? parecías mucho más "tú" en los posts, del foro. No acabo de entender si ese "nuevo" hombre con sensibilidad era sólo una máscara.
Eso me ha dolido. ¿Cómo puede decir eso ella que nunca escuchaba?. Me encabrono.
- !Bien¡ Me ha sorprendido que entre millones de internautas resultases ser tú con quien hablase de amor y sexo. !Por Dios, si nunca tuvimos sexo anal, ni jugamos con aparatitos sexuales¡,.- esbozo la sonrisa canallesca que tanto tengo ensayada ante el espejo hasta ser me del todo natural el dibujarla en mi rostro- De todas maneras, no tengo inconveniente en seguir donde lo dejamos. Era, si no recuerdo, mal en que me ibas a demostrar algo.- de nuevo la sonrisa canalla.

Estamos subiendo a una habitación de hotel, no cualquier hotel, Carolina siempre fue de gustos caros de manera que no me asombro. Por el camino he tenido que soportar que el "anorak amarillo", del cual todavía no conozco el nombre, le haya pasado la mano por, mejor digo por donde no se la ha pasado,el bolso. Y aún más, en el ascensor he podido ver el suejtador de exquisito encaje color azul cortesía de la mano derecha de la propia Carolina para abrirle paso a los labios del "anorak amarillo". Sí, sé que probablemente debería estar muy excitado, la situación desde luego ha sido morbosa, pero supongo nuevamente que es debido a que no veo a la nueva Carolina, sino a aquella siempre preocupada por el qué dirán. Tras entrar en la habitación sumamente "chic", de cama colonialista con dosel y todo, flores secas adornando varias paredes, una televisión de 32" y unos grandes ventanales desde los cuales veo un spa en la terraza resguardada de miradas indiscretas por unas mamparas probablemente preparadas para que no se vea nada desde fuera. Suena la música y me giro, !que panorama más curioso¡ El "anorak amarillo", ahora "camiseta ceñida" a punto de reventarse por los músculos,  se mueve sinuosamente al compás de la música y cuando me dirijo hacia la puerta...
- !Espera¡ -dice por encima de la música Carolina, que se ha sentado en la cama con la espalda en el respaldo y un sujetador, que hechiza.- Pediste que te demostrara la diferencia entre sexo y amor, acaso porque soy tu Ex,,, -me parece que susurra esto mientras su mirada brilla ante mi desconcierto- ¿no cuenta mi opinión?. Dame diez minutos, no necesito más.
Ante mi silencio y la respuesta voluntaria de mi cuerpo, que no de mi mente, que decide sentarse a pie de cama, el "camiseta ceñida" sigue con sus movimientos sinuosos. ¿Para qué quiere que vea a un tipo menearse como una serpiente? ¿Acaso cree que soy gay?¿Acaso pretende que me ponga tan caliente que me dé igual un trio?. Mi cabeza está tan embrollada que no atino a sacarle jugo a lo que veo. Me despierta del limbo en el que me encuentro nuevamente la voz de Carolina.
- ¿Qué te parece Mark? -
"Así que ese es su nombre, me gustaba más "camiseta ceñida", pienso mientras Carolina me pasea el pie por la espalda. Sigo pensando cosas... "ostras que cultivado tiene el cuerpo este pavo"... "no se mueve mal, sigue el ritmo"... "me gustaría moverme así, podría darme mucho juego con la persona a la que amara"... "con lo listo que soy, podía haber pensado opciones como esta"... .Tan absorto estoy que no caigo en el detalle de que Mark "camiseta ceñida" se ha despelotado por completo y empieza a bailar de rodillas sobre Carolina, paseandole el sexo por los senos y a ella parece encantarle viendo como sus pezones sobresalen en el sujetador.
- !Ya tengo suficiente¡.- digo bajito, ignoro la razón, porque ni siento celos ni nada por el estilo, supongo que ha sido una reacción visceral.
- !Sólo han pasado ocho minutos, te pedí diez¡. !Y tú nunca faltaste a tu palabra¡ ¿o sí?-
Nuevamente he sentido el veneno en sus palabras, cosas del pasado que te encadenan a él aunque sea para recordarte que cometiste un error, un grave error.
Mark se aparta riéndose como un poseso mientras se viste, le guiña un ojo y sale por la puerta diciendole a Carolina... "Nos vemos el lunes jefa". "¿Jefa? Vaya, si que han cambiado las tornas en tres años. ¿Dónde está aquella mujer que decía que se moriría si yo me iba? , cosa que me sacaba de mis casillas pues nadie se muere por la ausencia de otro, se trata de otra frase hecha como la de ..."..y vivieron felices". Cuando aprenderé a dominar mi cabeza, van más rápidos mis pensamientos que el análisis de estos.
- ¿Jefa?.
- Si, tengo una empresa de despedidas de solteros y bodas. - aclara sin demasiadas ganas mientras veo como pasea el dorso de su mano desde su cuello hasta la unión de sus pechos.- Esta era la primera parte, pero no digas nada ante mi pregunta.¿Era sexo, era amor?. Simplemente vamos a por la segunda parte.- dicho lo cual me encamina hacia el aseo.- Ahora voy a entrar, voy a dejar la puerta entornada, tú podrás verme desde el espejo y yo sé que tú estarás mirando. Será morboso para ambos, pero, ¿será sexo o amor?. Me lo dirás tú después.
La dejo pasar, todavía lleva puesta la falda y rozándome con su cabello se vaporiza un perfume floral que me deja clavado junto al marco del aseo. Es un baño amplio que no llego a descubrir en toda su extensión pues la puerta se cierra hasta que tan sólo una rendija queda ante mis ojos.
La "nueva Carolina" apoya las manos en el mármol rosa y me envía un beso antes de empezar.
Coge unas gotas de agua, y deja que resbalen por sus yemas por detrás de las orejas, el tiempo parece detenerse, pues me da tiempo a seguir su recorrido por el cuello e imagino que ha usado agua fría porque los pezones están enhiestos. Parece adivinar mi pensamiento, sonríe y desliza una mano por dentro del sujetador, presionando entre sus dedos el pezón; tras dejar el pecho al aire, humedece un dedo y acaricia su aureola antes de presionarlo de nuevo. Se gira, acaricia sus nalgas sobre la falda y lentamente la va subiendo quedando al descubierto sus medias de rejilla, pasea sus manos por los muslos y las nalgas nuevamente sin dejar de mirarse al espejo. Su cara arrebolada probablemente por la excitación me hace pensar "que mal debía tocarla, nunca le ví la cara así, casi puedo leer la palabra "cachonda" en su rostro". Cual gimnasta, se encarama al mármol del lavamanos con las piernas hacia la rendija de la puerta, acerco más la cara y eso hace moverse algo la puerta; sin poder evitarlo se ríe bajito y yo, que me he despistado, me he perdido ver como ha separado los muslos y lo único que veo es el reverso de su mano, a veces subiendo y bajando, otras moviéndose en pequeños círculos mientras a mis oídos comienza a llegar una musiquilla en forma de suaves gemidos y respiraciones superficiales; mis ojos están completamente abiertos de par en par prendidos de los suyos que se entrecierran y entreabren. Acabo de darme cuenta de que la presión en mis pantalones es la suficiente como para sentir dolor, con intención de disminuirlo, me aflojo el cinturón y coloco mi pene hacia arriba; levanto mi vista encontrándome con Carolina de pie, con los ojos inquisitivos, los labios llenos de sangre y húmedos, uno de sus pechos sigue al aire.
- ¿Sigues usando el mismo sistema para que no te duela? .- dice mientras pasa el canto de su mano por encima de mi pantalón, lo cual hace que roce la punta de mi sexo, consiguiendo con ello que me estremezca.
Ahí estoy yo, de pie, siendo obligado a caminar hacia atrás, a sentarme en la cama, sin decir esta boca es mia.
- !Ya falta poco¡.- dice, y poniendo una pieza de música clásica que siempre la enloqueció, comienza a desnudarse.- !Ahora, quiero que cada vez que mi dedo se detenga en algún sitio, me digas que te sugiere¡
Se da la vuelta, puedo contemplar unas curvas que en nada se asemejan a las mujeres de las revistas, y se detiene su dedo en el cierre del sujetador.
- !Discoteca¡ -digo recordando la primera vez que desabroché algo semejante.
Su dedo se detiene en su cintura.
- !Equilibrio¡ ... "entre comer y vivir"
Hombros.
- Delicadeza...."al querer que comprendieses mi punto de vista"
Seno.
- !Búsqueda¡... "de querer excitarte más"
... y así con unos pocos lugares más.
Estoy totalmente perdido, no sé ni qué decir ni cómo actuar. Me tiene excitadisimo la situación, os aseguro que mi cuerpo me pide saltar sobre ella, pero mi cabeza piensa en el después. Me levanto, se hace patente mi erección. Me mira burlónamente, retándome, e incluso se permite el lujo de pasar un par de dedos por su entrepierna y lamer los fluidos que hay en ellos. Me giro y sigo hacia la puerta hasta que su cuerpo me interrumpe el paso.
- ¿Tienes la respuesta?.-
- !No¡
- Pués esa es la respuesta, no hay una línea clara. Ultima demostración....
Se agacha y comienza a pasear la punta de su lengua por la punta de mi pene...
"Hasta aquí hemos llegado" pienso, y sin más aprovecho que está de rodillas para situarme detrás de ella.
!Fóllame¡.-dice, y por un instante me quedo inmovil- !Deja de usar la cabeza y saca eso que sacas en tus escritos, ahora mismo- me mira y me hace sujetar su pelo mientras me parece escuchar.... "por favor".
Aparto su cabello y muerdo su cuello un instante, su piel se pone de gallina , ¿nada ha cambiado?,  dejo que mis manos sujeten sus senos mientras mi lengua se desliza por su cuello, "pero, no quiero ser dulce, quiero ser animal, fiero, pasional y para eso debo dejar de pensar" pienso y dejo de pensar. La inclino adelante, a cuatro patas y jugueteo con mi pene entre sus labios vaginales sintiendo como sus nalgas buscan mi sexo. Mis dedos pellizcan sus pezones cuando,  se reincorpora, quedo tumbado boca arriba en el suelo, y ella de rodillas sobre mi, coge mi pene para jugar con él a su antojo entre su vagina y sus nalgas. gime, me parece hasta oirla llorar.
- !Ahora limitate a decirme cosas sobre el amor... !si puedes¡ -Me grita retándome.- ! Atrévete a decirme palabrotas¡.
Cabalga como una posesa, mueve sus caderas en círculos mientras siento la humedad de su sexo resbalando hasta mis muslos, estoy tan embotado que sigo con mi polla tiesa cuando siento contraerse su coño y ella doblegarse hacia delante. Algo me invade y sin decir nada la inclino adelante.
¿Esto es lo que quieres? so... pu -y el ta muere en mi corazón que se desgarra- pues te voy a romper el culo suponiendo que no lo tengas ya roto.- y sin decir más entro en ella que lejos de amilanarse se medio reincorpora diciendo... "Hazme tuya so cabrón, muérdeme, susúrrame, dí que me amas como nunca amarás a nadie, que me follarás con dulzura y con fiereza, recorriéndome lentamente y a toda prisa como si te quedaran instantes de vida...". !Es ella¡ Ella lleva por completo las riendas, no me molesta, embisto con tal fuerza ante la aproximación de sus caderas que mis testículos comienzan a dolerme, no me detengo y siento como el sudor de mis muslos, de mi abdomen se funde con sus fluidos, lejos de musitar gemidos y "te quieros", de nuestras bocas que se devoran, salen gruñidos bestiales, la falta de oxígeno nos hace boquear como peces fuera del agua hasta que ya sin control me corro en su interior al contraerse por tercera vez su coño, caemos literalmente sobre el suelo.
Silencio roto por pequeños ruidos de pulmones que necesitan llenarse, pequeños suspiros, cuerpos abrazados como quien abraza algo frágil. !Silencio¡ porque no hay palabras, porque mi mente está en blanco, porque no necesito estar en ningún sitio distinto.!Paz¡
Han pasado 30 minutos, tal vez 10, no lo sé. Ella permanece boca abajo en el suelo. Yo me levanto y automáticamente voy al aseo a lavar mi pene. No la oigo. No sé si darme pena, si castigarme o sentir pena por ella, sin embargo de algo estoy seguro, !Siento paz¡.
Salgo del aseo y no la veo; el ruido del spa hace que mi mirada se dirija allí, ella está sonriente mientras acerca una copa de cava a sus labios. Levanto la mano, me giro y salgo por la puerta dándome cuenta de que en ningún momento me ha devuelto el saludo, no ha preguntado, sólo ha mantenido la sonrisa,! No¡ Su sonrisa no. !La sonrisa de la nueva Carolina¡.
He estado paseando sin preguntas en mi cabeza, por el placer de pasear y he llegado a casa con ganas de escribir lo que lees, cual ha sido mi sorpresa al leer en el pc una alarma "tiene una respuesta a su anterior post". Ávido, lo he abierto y esto es lo que ponía:

Mauro, porque sé que eres Mauro, sin lugar a dudas. siempre supe que eras tú, lo que no tenía tan claro era si siempre habías sentido esas cosas preciosas sobre mi antes o despues de mi marcha, porque nunca me las dijiste.!No¡ no es un reproche, ni tú supiste acompañarme a ni yo a ti. ¿Ha sido SEXO? ¿Ha sido AMOR? No busques respuesta, porque la única respuesta válida es lo que tú hayas sentido, mis palabras podrían ser mentira, mis orgasmos reales pero sólo reflejarían lo buen amante que eres, no mi amor por ti, y al revés sucede lo mismo. No siempre hay que buscar respuestas a todo, porque no todo tiene respuesta.
Lo más curioso es que probablemente estés pensando ahora mismo "cuanto me está enseñando en unas horas" -te juro que es cierto que pensaba eso en ese instante- y en realidad, todo lo que te he enseñado con hechos, tú me lo enseñaste antes mediante tus escritos, esos poemas, esas novelas cortas que leía a hurtadillas. Me gustaría decirte que volvieses, pero no lo hago. Haz lo que gustes, cuando gustes, estoy para ti, a menos que algún asunto de negocios me lo impida - es broma, también aprendí de ti que un poco de humor lima la seriedad de las afirmaciones- . Como diría pepito grillo "Sólo dame un silbidito" eso sí, marcando el número...876 482 298.

Psd: Si, te he follado y te he amado, ¿En qué porcentaje?

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