Cuento de Navidad

"Una navidad triste, melancólica, en la que falta gente... !Vaya mierda¡. ¿Para qué celebrar nada en los tiempos en que la navidad ha perdido su significado? Ya ni como excusa para reunirse sirve." -pensaba una recientemente separada Marian mientras su hija de 7 años brincaba de un lado a otro del salón del "nuevo" piso, si podía llamarse piso al loft al que se había mudado, tras su separación a falta de algo mejor que podre llevar adelante. Para colmo de males, su padre había muerto... "estas navidades no serán las mismas sin ti, Papá. ¿Quién pondrá paz entre el borrachuzo de mi cuñado cuando la envidia le salga a borbotones, casi vómitos, por la boca? ¿Quién hará el ridículo para que los demás no nos sintamos ridículos al cantar desafinadamente?. ¿quién... ?"  -pensó antes de romper a llorar Mariam.

- ¿Qué te pasa mamá?.- dijo muy flojito al oído de Marian, Rosita; que en ese momento la abrazaba mientras hacía círculos en el lóbulo derecho como había hecho desde que descubrió la oreja materna.

- Nada cariño, que mamá está un poco triste nada más - fue lo que contestó Marian, haciendo un tirabuzón en un mechón de rosita.

-!Mamá¡ -contestó Rosita separándose de su madre haciendo una cara de enfado muy graciosa- !Está muy feo mentir¡. ¿Es por papá?. Me prometió que vendría a tomarse los lacasitos conmigo, no te preocupes. !Palabra de honor¡- terminó diciendo poniéndose una mano en el pecho, donde ella creía estaba el corazón.

- !Lo sé cariño, es sólo que este año el abuelo, mi papá no estará!. Por eso ma... -no llegó a terminar la frase.

- !Si el abuelo está siempre con nosotras, mamá, que tontuela eres.- dicho lo cual, Rosita empezó a girar en círculos por la habitación, cantando un villancico de ritmo americano con letra creada por su abuelo.- !En la navidad no falta ni sobra nadie, todo lo que amamos está en nuestros corazones y si me preguntan que regalo pediré para reyes, diré que salud a raudales para no entristecer a quienes me quieren......- siguió la canción una y otra vez, hasta que Marian, creyó estar sumergida en un tiovivo de bonitas luces que se tornaron en recuerdos; recuerdos de miles de sonrisas, de caricias, de tristezas, de soñar con días mejores y con noches nada frías para la gente. Tantas y variadas imágenes quedaban como decorado a la voz de Rosita repitiendo... "el abuelo siempre está con nosotras. ¿Le gustaría ver que no disfrutamos de la navidad?". "!Que tontería¡" pensó, como iba a estar diciendo su hija eso; si que estaba cayendo en picado, pero no se lo podía permitir, caer en una depresión...

-!Marian¡ ¿Piensas desaprovechar el tiempo que estés físicamente con los tuyos?.  - le pareció escuchar en voz de su padre a Marian, que instintivamente miraba alrededor suyo esperando encontrar a su padre en cualquier lugar, y lo vio; lo vio en los ojos de su hija, en la alegría despreocupada con la que bailaba y cantaba. ¿Y la voz?, la había escuchado tan nítidamente que no podía ser su imaginación. Súbitamente reparó en un detalle, su hija tenía todavía la mano apoyada en el pecho. "!Sí¡ mi padre está en mí interior, como lo está en el de mi hija" se dijo a sí misma.

-!Esa mami me gusta más, te brillan los ojillos¡-rió Rosita tocando con la yema de su índice en la punta de la nariz de su madre, como tantas veces había visto hacer a su abuelo.

Marian abrazó a su hija y danzó con ella, perdió la noción de cuanto tiempo estuvo haciéndolo, pero al acabar...

-!Sí mamá, yo me ocuparé de la cocina, pero hagamos el fin de año en tu casa...si, juanjo, el de "alegre beber" que también venga....

"Lo importante no es lo que se tiene, ni honores, ni valores-monetarios- sino como se disfruta viendo nacer el sol cada día en la mirada de aquellos a los que amamos en sus diferentes medidas"

Feliz Año 2011,  lleno de Salud. 
(el resto ya corre de vuestra cuenta; el trabajo, el amor y el dinero son cuestiones de poner la carne en el asador)