Una gamberrada

Curiosa la psique de todo mono pensante,
que por pereza creó la escalera,
para no agotarse.

Más tarde ya vino la forma de evadirse,
de la realidad que se le hacía muy fría,
y estrujó el fruto del dios Baco,
para "viajar" un rato.

Siempre inquieto el pelón,

como abrigarse en invierno pensó,
que manera más deliciosa,
yacer con una hembra da igual si es o no una diosa.

Y para que el macho ajeno,
no calentara a la hembra en exceso ,
ideó una cadena, tan pequeña, que le puso nombre de pena,
se trataba de un aro,
algo así como marcar al ganado;
cuanto más brillaba el circulito,
con más orgullo la fémina lo enseñaba.

Tras muchas humillaciones, eso sí, disimuladas,
la mujer se dispuso a usar sus armas,
aunque mal aconsejada,
es lo que tiene ser despechada,
que sacas las uñas, para nada.

Que no hay premio,
que no hay castigo,
que nadie manda, en el corazón,
en el orgullo del que fue más que amigo.

COMENTARIO: No se le dé más vueltas a que he querido decir, se ha tratado de un divertimento, aunque prometo hacer un poema con el mismo título, en esa ocasión....será serio. (Dañar por dañar, sin premio ni castigo. /Este era el titulo original)