Mi rinconcito

Allí dónde la luz baña y colorea todo,

dónde el agua es tan cristalina que me hace sonreír mi reflejo,

dónde no pienso en nadie si no quiero,

es allí donde me conocí,

es el lugar donde toman forma mis sueños.

Allí donde creo poemas que nacen por las buenas,

donde moldeo a mi antojo mi mujer perfecta,

donde las tormentas lanzan arco iris,

pasajero en el tren de mis defectos tragando bilis.

Donde las palabras hermosas tienen cabida,

transformando los malos momentos en dichas,

un País de Nunca Jamás habitado por mi solo,

en el cual soy Peter Pan a la vez que ogro.

Ese lugar me llevo a cuestas en mi día a día,

repartiendo sonrisas sin maldad y sin monedas pedidas,

buscando en las miradas alegría,

no aprobación ni asco,

que lo hago porque quiero,

porque así soy mucho más sensato.

Musica celestial son mis recuerdos pesarosos,

tanto como los que fueron llenos de flores y violas,

que si algo he aprendido,

es que el mundo, es como yo lo vivo.

Ese rinconcito que me salva de perecer en los intentos,

también los tenéis vosotros,

miraos bien adentro.

Las paredes son mi piel, mi mente, mi corazón y mi alma,

el suelo es el despertar de cada mañana,

¿y el techo?

Techo no poseo,

que me gusta mirar las estrellas incluso estando despierto.

Mi piel me habla no sólo del frío de la mañana, 

ni de si tu piel repele la mía al rozarla,

me cuenta historias fraguadas en el tiempo,

que la brisa esparce lejos de sus dueños.

Mi mente razona lo aprendido,

para luego destruirlo y crearlo de nuevo contigo,

arquitecto de nuevas vicisitudes,

aunque sea débil la argamasa de mis virtudes.

Mi corazón... !Ay , mi corazón¡

Ciego tanteando los sentimientos,

leyendo verdades con las yemas de los dedos,

correrá más deprisa cuanto más le hables,

latiendo con el rugir de una fiera salvaje.

¿El Alma?

Inmutable.

Indomable.

El Alma, deja sea libre, como el aire.