Menospreciada por todos,
relaja mi cuerpo, mi mente,
con ese vacío inexistente,
de apariencia triste latente.
Arrinconada por los ignorantes,
toda tú, reúnes los sentimientos importantes,
sólo que nadando arremolinados,
asemejan un solo ser despreciable.
Aureola de congoja en silenciosa apariencia,
mirada perdida en lontananza,
vetados tus pensamientos aún con salvoconducto,
difícil no preocupar a quien te acompaña.
La nostalgia,
cual últimas gotas de agua para un sediento,
para mi es preciado lugar de encuentro,
paraísos de la infancia con aquellos juegos,
o de la adolescencia con el primer beso.
Vistazos furtivos al pasado,
no hay arrepentimiento, no serviría de nada,
corregidos los errores vuelvo al futuro la mirada,
aunque no lo percibas sonrío,
más meloso es el sabor tras beber agua salada.
Melancolía, bonita,
de vez en cuando acércate a mi orilla,
cogeremos peces para luego soltarlos,
la memoria se debe conservar viva,
y esos peces al volver a nadar,
nos recordarán que vale la pena la vida.
La tristeza? vamos, vamos.. ella (la triste invitada) insiste en apoderarse,en instalarse. La lucha por apartarla es la que nos lleva a no entenderla. Por qué no la dejamos allí, a nuestro lado , cómo un sentimiento más que nos hace valorar.. ? valoremos la sensación de nadar, en todo lo que nos acontece!(dejando a los peces en paz, claro). Gracias Simpli, por hacerme leer.
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