Tu presencia en la estancia cubre el vacío del inconstante deseo,
mientras el velo que te cubre realzado queda por tu incandescencia,
pues son puro fuego las intenciones que te bullen dentro.
Empieza la llama a solicitar mi atención,
mis ojos buscan resquicios para disminuir mi tensión,
que es el cimbrear de tus brazos una invisible cadena,
y atado a una parte pierdo del "todo", la visión.
Flamígeros ojos, destellos de ilusión,
manos incendiando el aire alrededor,
pasos adentrándose en mi burbuja de impaciencia de rojo coloreada,
mientras tu sonrisa, refresca mi alma.
Pura criatura voladora, danzas entre tus propias llamas,
cultivando el éxtasis en mi interior de tierras quemadas,
y los líquidos preciosos piden salir a costa de hacer árida mi piel,
mas entregándose cálidos en las hojas de tu ser.
Hasta no haber contacto imaginaba,
ahora que tus senos hacen de punta de lanza,
se aviva la intensidad de mi espada,
forjada entre las pareces de tu volcánica fragua,
lejos de fundirse se transmuta en lava
Interesante y muy bonito poema ,la forma en la que describes el deseo ... las fotos y el video
ResponderEliminarme parecen muy acertados ...muaccccc
Puro, llanamente sensual, como debiera verse el acto culminante de la condicion humana. Lastima querido amigo que no todos pueden sentirlo de forma tan clara
ResponderEliminarME ENCANTOOOOOO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡