Hoy pensaba entre una telaraña de contradicciones,
lo curioso de ciertas disquisiciones,
cuando pensamos sobre el amor y el odio,
creemos lo que queremos, sin escuchar del todo al otro.
Cuando los gritos son pasto de la inseguridad,
el orgullo tapa los oídos,
los ojos cegados por las sombras,
niegan sin conocer sentirse heridos.
Vuelta de espaldas esperando la puñalada,
con paso firme el seguro busca la salida,
que las tormentas no son para aguantarlas sin que el alma resulte herida.
Variaciones en las formas mas contenidos idénticos,
al igual que un río desbordado, erosiona su lecho,
es triste ver como se apaga el que de amor estuvo preso.
No creo que prenda para siempre el amor, sino el amar.
ResponderEliminarQuien amó, quien ama, es aquel que satisfecho, se prende en cuerpo y alma a la intensa sensación que provoca el reconocer... amar.
A veces mezclada, sorda, a gritos, inerte, pausada, expectante... siempre, si alguna vez amaste.....