Volviendo la vista atrás,
caigo en la cuenta de una razón,
que no se entienden mis poemas,
por haber sentido sólo en mi imaginación.
Grato me parece recordar detalles de mil mujeres,
ponerlos en una vasija de mi mente,
naciendo así una diosa perenne.
Deseos imaginados, soñados o vividos,
recodos de sentimientos abandonados en el camino,
solo recuperados cuando mirando atrás los recordamos
Vuelvo la vista atrás,
imagina que te imaginarás,
sigo deseando lo que nunca he tenido,
y lo que tendré... me lo regalará el destino,
mi imaginación o mis desatinos
Lo mejor de todo... es que nunca caeran en vacio. Las sensaciones traen recuerdos y si éstos agradan, vuelven a crear sensaciones diferentes. Estupendo.
ResponderEliminarYa sabe aquello de : Lo poco agrada... con el mazo dando!