El tiempo y las ilusiones cogidos de la mano,

ante una mesa cierto día nos hermanaron,

y las lágrimas escondidas por años,

en sesenta segundos que parecieron eternos, brotaron.

Cuentas y te cuento sin sonido, 

sólo con el ritmo del aliento,

futil fue el sacrificio pues gozar no conseguimos.

Proyectos, ensoñaciones quebrados por decisiones,

animadas por esperanzas de una vida mejor, para ti amada,

me valieron llantos, escalofríos y tormentos,

de obligarme a no coger ni el teléfono.

Cuentas y te cuento mirando al interior desde el vacío,

que le brillo en nuestros ojos ha desaparecido,

empañados por pensar qué hubiera sucedido.

Las palabras nos dejan vacíos,

nada queda de lo que somos, de lo que fuimos,

mas en ese abrazo renacido,

una sonrisa nueva crece con brío. 

(no os dejeis engañar por el comienzo, esperar a los 2,25 minutos es la balada que quiero compartir)