Jugar con fuego es entremezclarme en tus pensamientos,
como avanza la niebla por mi cuerpo inquieto,
como los pájaros rozan el suelo buscando alimento,
pensando que la recompensa valdrá el riesgo.
Danzando al ritmo del rebuscado consuelo,
dejando la piel ante el calor intenso,
será la humedad de tus besos negados,
catapulta a un dolor más extremo.
Negando lo evidente, hasta el más ínfimo de los reproches,
conciencia de hacer del amor un juego insensato,
tensando la cuerda hasta la rotura,
así juegas con fuego hasta la locura.
Seré yo quien se eche atrás,
las tormentas y los naufragios emocionales,
demasiado valor para las futilidades,
con gusto jugaría con fuego si un poco de amor demostrases.
Peligro,jugar con fuego ya sabes...puede quemar por otra parte hay pasiones que la prudencia enciende y que no existirían sin el riesgo que provocan.
ResponderEliminarBesos
Jugar con fuego... cuando ese furgo arde en los resquicios del Alma, deja de ser juego para convertirse en hoguera íntima... y ahí, así, sí... qué delicioso es jugar. Un poema con esa pizca de rebeldía voy notando en ti, a medida que te leo... y un deje de melancólica resignación que no se resigna. Poema que sabe a Poesía.
ResponderEliminarUn saludo.