3/4/12

Ahinco

Insistes tercamente en adivinar mis pensamientos,

sabiendo que tienes perdida la batalla,

pues se entrelazan entre  si marcando la raya,

frontera de tu libertad y mis consentimientos.


La voluntad te flaquea por momentos,

al sentirme tan cerca y tan lejos,

ni mirarme a los ojos garantiza mi cercanía,

pues perdido me hallas en mis fantasías.


Esfuerzo descomunal que ni Atlas soportaría,

más tu perseverancia no se apoca ni trastabilla,

tu tesón es tal por saber, que la tierra temblaría,

mas no sucede con mi corazón eremita.


Afán en tus dedos dúctiles entre mis canas,

sigue sin recompensa tu empeño,

ni caricias ni palabras,

pueden derrumbarme cuando me empequeñezco.


Siguen los besos y el placer entre sábanas,

siguen sin llegar tus dardos a la diana,

el entusiasmo en tus jugadas,

siguen sin derribar mis murallas.


Acaba la función de equilibristas del placer carnal,

apenas si han parlamentado ambos estados,

llega el momento de reconocer tu tesón,

apoyas tu cabeza en mi pecho asincopado.


¿En que pensaba?... En tí, Amor.

1 comentario:

  1. Estar... manteniendo la distancia, desde esa manera de estar y ser de no querer dejarse ver. Aunque... a pesar de todo e incluso de ti, estás.

    Un poema muy tuyo.

    Un abrazo.

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