Como siempre digo... disfrutadlo tanto como yo lo hice escribiéndolo.
“La ratita de Notre Dame”
¡Ay,
Notre Dame!
Hermosa
y acongojante construcción,
Tanto
ha pasado entre tus paredes
Y para
colmo algo más explico yo.
Hubo un
jorobado de tan grande corazón
que
brillaba con luz intensa
su
hermosura interior,
lo feo
era lo evidente,
su
cariño y ternura no,
a ojos
criticones les parecía
sin par
su deformidad,
preferían
a una ratita
en las
escalinatas darle pan.
Todos
conocen parte de la historia,
Con una
moneda encontrada
Se
compró una enorme lazada
Y se
equivocó al elegir
Al gato
como nocturna compañía,
Mas fue
por compasión crear esa fantasía
Que tan
bella como cruel,
Era la
ratilla presumidillas.
Si
tienes corazón fuerte,
Lee lo
que sucedió,
De lo
contrario…en este punto déjalo.
Es
cierto que la ratita
Encontró
una monedita y no menos cierto
Que
compró de terciopelo, un metro.
Cada
mañana frente al espejo….
“No me
gusto nada, me sobra peso”
-pensaba
la ratita,
Pero no
ponía remedio.
Andaba
siempre planeando
Como
conquistar corazones
Para
luego dejarlos de lado
Bien
cuando no les quedara un chavo,
Bien
porque el tiempo quita la venda
de los ojos más enamorados.
Así que
con su último trocito,
Hizo su
más bello lacito,
Bajó
las escalinatas de Notre Dame…a saltitos,
Canta
que te canta,
Con el
señor oca dio en el camino.
“Radiante
día amaneció señor oca”
Haciendo
un guiño meneó su cola.
“Desde
luego luce el sol,
Pero no
tanto como vos”
Dijo el
señor oca zalamero
Que de
damiselas sabía un mundo entero,
Y como
buen ladino elemento,
Se la
quiso llevar al huerto.
Que
tristeza más enorme,
La
ratita buscaba el dinerito,
Seguí
con su lacito
Mas sin
llegar al postre.
Lamentarse
de nada servía,
Así de esa guisa,
Sin
recompensa y sin dicha,
Dijo
“Adiós” , marchose deprisa.
Apenas
unos metros más allá
Un
gallo cacareando locuaz,
Pese a
hacer rato que había amanecido,
Él
mostraba de su canto…el estilo.
“!Uy,
señor gallo,
Que
plumaje tan colorido”
“Será
el sol reflejado,
Iluminando
cada pluma con un destello,
Que
muchas son, las que me aguardan en el gallinero;
Sin embargo ese lazo…
Resaltaría
mi lado más bonito,
Os lo
cambio por un ratito,
Bajo mis plumas, eje, je,je
Os daré cobijo »
« Mal
andamos señor gallo,
Que
sois muy espabilado,
Queriendo
todo, de un solo plumazo,
Mejor
yo y mi lazo….
Os
damos esquinazo”
“!Válgame
el cielo,
No hay
un solo bicho bueno,
Claro
que mis intenciones no son sanas,
Pero…¡Qué
diablos! Soy una dama.
Hermosa
sin lazo,
Con él
casi la perfección rallo,
No
habrá un tonto,
Que me
sirva como esclavo?
Y no lo
hallaba,
Todos
los machos estaban enseñados,
Que
otras hembras antes,
Los
habían vacunado.
Un gato
rubicundo,
Bello
ejemplar a fe mía,
Tuvo el
siguiente diálogo
Con la
ratilla presumidilla:
-
Bella
os veis ratoncilla,
Que aún
siendo gato…
No os comería.
- Sin
lugar a dudas es el lazo,
que del
mismo color de mis labios
rojo es
el terciopelo comprado.
- Ni la
forma del lazo,
ni la
suavidad del terciopelo
ni el
rojo intenso,
pueden
eclipsar vuestros ojos,
Profundos,
divinos, hermosos.
Daría
la vida por protegerlos,
Despellejadme,
si miento.
No
habría , mayor tormento
Cerrando
los ojos para descansar,
Pues
perdería de vista, vuestro mirar.
¿Así me
trataríais?
¿Habláis
por hablar?
Mirad
que soy dama,
Difícil
de contentar.
Mil y
una vez sufriría,
Los
tormentos del averno,
Con tal
de escuchar vuestra voz
Un
único momento.
Tan
ilusionada se sintió,
Por fin
alguien veía su interior,
Dejándose
de cháchara,
A sus
brazos se entregó.
Quiso
el destino,
Que una
uña rasgara el vestido,
Le fue
de un pelo,
Perder
el traserillo.
En la
huida se juraba,
No
creer más en exquisitas palabras,
Y pobre
de aquel que en su camino se cruzara.
Seguiría
con su lema de vida:
“Tanto
te amo, tanto te engaño,
Después
de todo….
Tú eres
el que de amor va falto”.
Delicioso, picaro , perspicaz y tierno, me encanto Don, no cabe duda que tiene su fuerza y sus manos. Y dicho sea de paso que el que nace con el arte de las letras en el corazon, hasta de una ratita puede hacer todo un poema. El beso mas grande del mundo
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