Descendiendo de tus palabras a tus hechos no hallo otra cosa que sufrimiento,
fueron hermosas hasta demostrar su faz
y es que las mentiras son cálidas mientras las necesitamos,
poco importan las verdades, esas... hacen daño.
Subiendo hasta la punta de tus dedos casi puedo tocar el cielo,
entretanto se deslizaban por mi espalda,
y es que las caricias despojadas están de celos,
ni ayer ni mañana en el ahora nada significan.
Donde las palabras toman forma hiriente se ahogan mil gemidos,
en el aquí prometen un para siempre,
y es que el placer en sí no tiene noción del tiempo,
por eso el "amor" se deja para luego.
No quiero dejarte y sin embargo me alejo,
que por cada cien reproches, tan sólo hay un beso.
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