Paseando por la vida se disfruta de los cardos y las rosas,
de la calidez solar y del cobijo de las sombras,
de las personas que te sonríen,
o del estómago las mariposas.
Todo camino tiene traviesas,
unas veces personas y otras maderas,
ambas pueden ponerte en aprietos,
al no tener los ojos atentos.
Unas te harán caer sin mayor herida que una raspadura,
un torcerte el tobillo o en la nariz una abolladura,
que el casco a base de ser tozudo es en extremo duro.
Las otras pueden cambiarte sutilmente,
tornándose una caricia haciéndote más alegre,
o transformando tu esencia en otra,
menos vivaracha y salerosa.
Unas y otras comparten la misma senda,
tú decides prestando atención la transformación,
selecciona y dale más alegría a tu dia a dia,
que los malos tragos ya aparecen solos en el transcurso de la vida.
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