15/3/23

En la EA -Relato- MHH11

Mente Clara!!!



De un tiempo a esta parte he dedicado un tiempo mayor a la casi ausencia de lectura de medios audiovisuales, y llenar el tiempo con la reflexión en movimiento sobre cosas aparentemente más “filosóficas”, pero qué es si no la vida? Disfrutar de nuestro mundo 3D a través de nuestros 5 sentidos, si, pero para ello hay que tocar con los pies en tierra.

En algún momento leí al finalizar un video: “Basado en hechos reales, ningún participante ha sido dañado ni económica ni psicológicamente”, aparentemente es de lo más inocuo, y al igual que esto encontramos otros muchos “disclaimers” que me hacen preguntarme si no estamos siendo demasiado robotizados, encorsetados según intereses de alguien o para algo; de lo que si estoy convencido es de que hemos perdido nuestra libertad de pensamiento individual.



Pensando en el pasado, en mi ya extinto matrimonio, he pasado por distintas fases, estoy convencido que todas ellas debido a la saturación y machaqueo de los medios multimedia; fases en las cuales culpabilizaba a la otra parte, a mi mismo, a ambos, a personas ajenas al matrimonio. Así que lo enfoqué desde otro punto de vista, analítico, objetivo, apasional; empecé por enumerar premisas:

1.- Uno es responsable de sus palabras y actos.

La primera premisa, cuando se trata de objetos, tiene una relativa fácil solución… la restitución, en caso de haber estropeado o roto ese algo. Entonces aparece una segunda premisa:

2.- Uno es no responsable de como el otro toma nuestros actos y nuestras palabras.

En este caso, tratándose de personas, no somos responsables del valor que otra persona le da a nuestro regalo (sea negativo o positivo) ya sea en forma de objeto, de palabra o de hecho. Está claro que una bofetada da poco margen para la interpretación, incluso cuando se da en defensa propia (queda claro que no se va a rendir sin presentar batalla o que hasta ahí hemos llegado). Esto no quita, que si lo creemos oportuno, aclaremos nuestra intención para evitar malentendidos.

De todas maneras, uno no puede decir o pensar que como ha actuado acorde con sus pensamientos o la esencia de su ser, ha actuado bien, no, no, se debe ser capaz de tener una escala de valores personales y cívicos, que no tienen porqué coincidir pero que es necesario que ambos coexistan.

Querido diario, ¿Tanto rollo para explicar qué cosa?. Te lo cuento otro día.


No hay comentarios:

Publicar un comentario