Como ví la lluvía primaveral en tus ojos,
como sentí el fuego estival en tus labios,
tu marcha fue el negro nocturno,
Dejanto en mi corazón luto eterno,
Me hermano con las sombras,
me aparto de las risas,
y todas las miradas enamoradas,
provocan mis prisas.
Prisas por perderme, para esconderme,
para no encontrar una luz,
si tú no estás presente.
La felicidad en otros duele,
porque es la que se me niega,
al estar tu ausente.
29/XI/2024
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