nimiedades a las que damos categoría de postín,
cuando no vemos el sol una mañana gris,
cuando no existen palabras que bien te hagan sentir.
Sonríe aún sin ganas,
sabes que todavía queda el mañana,
no dejes que gane la tristeza,
por algo que tiene solución, que sólo está en tu cabeza
Piedras, losas en tu conciencia, desespero,
lágrimas que parecen eternas,
esa opresión en el pecho,
que nubla tu cabeza.
¿Tiene razón de ser si hoy respiras?
mira a los ojos de lo que te ahoga,
sonríe pensando que necesita cuidados,
como un bebé del que no sabes por qué está llorando.
Sonreirle a la tristeza es darte una oportunidad,
es transformar la lluvia en alimento para la tierra,
es convertir palabras necias en motivo de ser mejor,
en evitar que importe lo que otros, erróneamente, piensan.
¿Quién está en tu interior?
¿quién sabe lo que te interesa?
¿Quién mejor que tú sabe a quién o qué se dedican las lágrimas?
Dales el valor que tienen, !Sí¡
y después levanta la cabeza,
sonríele a la tristeza,
y con ello permite que el brillar de tus ojos,
sean la fortaleza de, al caminar, tus piernas.
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