Me hallo como un barco varado en los arrecifes,
con la vela de tus cabellos al capricho de la brisa,
vaciando la bodega de mis deseos sin prisa,
llegaré a la tierra deseada en uno de los esquifes,
de promesas mecidas por las olas
esperando que sin testigos, te encuentre a solas.
¡Y, sí!
muda, testigo del naufragio de mi día,
esperas inquieta con melancolía,
sano y salvo pueda abrazarte mi sonrisa.
Como un barco varado me encuentro,
atado por cosas a la fuerza aprendidas,
y debo destruir de nuevo,
sin tener que a mi corazón, elevar un ruego.
Agua salada y arena fina,
serán nuestros cuerpos rebosantes de vida,
Iza las velas de nuevo Simpli!! la brisa llega siempre, tarde o temprano llega.
ResponderEliminarDescalzate para sentir el crujido de la madera (o su dulzor), del calor de la arena (o sus compuestos),de la sal del agua (o solo de cómo te envuelve).............
......si arriamos bandera.. nos perderemos en la tormenta, nadie te encontrará! asi que.. A NAVEGAR!
jasjajaj es que este tema.. me tira! jajaja qué casualidad!
Oleadas de cariño se mecen al compás del vaivén del barco, a merced de la calma, a merced de la tempestad, caprichosas como el mar, caprichoso como ... el amor.
ResponderEliminarPrecioso poema simplicisimus