Tormentosas chispas de exclamaciones alegres,
cuando sin venir al caso de su atención dispones,
como gráciles contoneos de mariposas,
se mueven sus manos sin mirar lo que toca.
Buscando en el horizonte sueños irreales,
sueños de otras épocas nada miserables,
crea en su mente una campiña,
donde ama a un ser y todo es dicha.
Busca en su mirada una linea gris de malestar,
la encontrarás escondida tras la vida que pasa,
no busques malas intenciones en sus entrañas,
corres el peligro de caer presa en su telaraña.
¿Para qué buscar, indagar o sospechar?
lo que es real lo es, sin más,
la inseguridad no es campechana,
aunque bien sabido es que abunda desde edad temprana.
Riza el rizo de propósitos dignos,
le puede la fuerza de los abismos,
lucha contracorriente por evitarlos,
cae en ellos sin poder remediarlo.
Maniatada sonríe infantil,
es un momento especialmente feliz,
que los juegos no son únicamente para niños,
y se puede vivir, disfrutar, sentir.
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