Levántate luminosa la cara,
tras mirar por la ventana,
encelosado el sol tratará de quemar toda tu espalda,
esa que me recuerda la dorada arena,
esa por la que mis manos pisadas semejan.
Levántate y decide con el corazón mientras el menor de los males sopesa la razón.
No articules palabra deshacedora de hechizos,
prefiero estar encandilado sin acertijos,
que la locura precede al renacer,
producto de mi más pura esencia,
desde los infiernos emergeré.
No articules palabras no sentidas, mañana puedes despreciarlas sin medida.
Préstame la mano hospitalaria de la mía,
pasando sin prisas a mi mejilla,
recolectando el néctar de mis alegrías,
regalándome dactilares bienvenidas,
para mi goce animal ante mi humano pesar.
Préstame la mano amante antes de desaparecer este instante.
Pd: Esta imagen está extraida de un blog y pongo el enlace, un pequeño cuento sobre la creación de la Mujer, y le pese a quien le pese creo de corazón que el hombre es idéntico, con la salvedad de que le da vergüenza describirse así porque puede parecer poco varonil, yo soy así y... como dijo el poeta "Ande yo caliente, ríase la gente"
Y si todos nos dejaramos guiar por el corazón?
ResponderEliminarAnte quien y para quien?
no no, no puede ser!
Que palabras mas ciertas Don, lastima que no todos sean tan valientes como tu, que lo confiesas sin sentir que comprometes tu virilidad. Afortunada soy que siendo mujer, no lo tengo que ocultar. Guiarnos todos por el corazon? acaso hay alguna otra forma en la que se debe uno guiar.
ResponderEliminarp.d. siiiii DON de pronto escribo poco pero siempre con el corazon, un beso enorme niño cuidate