Renacen las sombras en tu ausencia,
parcialmente cubierta por una patina de desconcierto,
el eco de tus palabras rebotan hiriendo los recuerdos,
preguntas mueren en mis labios cuando te mento.
Cuando en un torbellino se mezclan pasado y futuro,
el presente adopta claroscuros absurdos,
se deshacen entre los dedos los cimientos,
se buscan salidas ante lo que se creía obsoleto.
Sibilante me susurras tratando de metamorfosear tus mentiras,
recobrar el tiempo esfumado en el polvo del camino,
ese rojo silvestre de las moras se posan en tus labios,
buscando el dulzor que otrora desde los mios te fueron entregados.
Siempre las sombras nos acompañan,
recogiendo la inocencia perdida rodando por la senda,
testimonio silencioso de nuestra generosidad,
de nuestras afrentas lacrimosa compañera.
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