22/9/11

¡Magia y Sueño!


Doy vueltas en la cama, no tengo ni idea de qué es lo que me tiene en este estado de semi nerviosismo, transcurre el silencio entre pensamientos inconexos, siguen las vueltas entre reproches y sonoras carcajadas. Una vez leí que ante algo así lo mejor era levantarse y hacer cualquier actividad hasta que el tiempo venciese a la mente, de manera que me levanto, paseo como un tigre buscando como salir del recinto, mi mirada se posa en fotografías, algunas con un colorido excelente y otras, hechas a blanco y negro a propósito. "Que manía existe por hacer fotografías en blanco y negro, como si al mirarlas pensásemos que han transcurridos muchos años y seguimos inmortales aquí" . Mis ojos siguen impacientes recorriendo la habitación al compás de mis pasos, buscando algo, el qué... no tengo ni idea, pero busco algo. En la chimenea me ha parecido ver un leve movimiento, probablemente sea una sombra y el jugueteo de mi subconsciente queriéndome gastar una broma pesada. Un ruido en la cocina, "probablemente el viento que acaricia los cristales con sonoros besos" pienso al dirigirme a ella para hacerme un vaso de leche caliente, algo que también leí o me aconsejaron alguna vez. Por el rabillo del ojo nuevamente me parece detectar movimiento, así que me vuelvo alerta, pero no... la sombra de la chimenea y mi subconsciente aliándose de nuevo.
Han pasado ya unas dos horas, si no había reparado antes en toda la complejidad de la estancia, ahora me resulta una vieja amiga, conozco cada detalle, incluyendo las pequeñas manchas de sus paredes y las rayas de su suelo. Decido probar suerte y sin saber la razón me tumbo ante la chimenea apagada, después de todo, estamos todavía en verano y con la luz apagada unos tímidos rayos de luz entran por el ventanal; entrecierro los ojos una vez... "Si ella...", y al abrirlos, caminando por la senda de la luz lunar alguien, decido cerrarlos una vez más y mantenerlos así.."Si ella...", pienso abriendo los ojos sin  poder evitarlo.
"Ese olor a hierba recién cortada", mis fosas nasales se abren para impregnarse bien de ese olor memorizado hace años. "Si ella..." se repite la frase en mi cabeza al sentir como el vello de mi antebrazo primero, luego de mi nuca, se eriza ante el roce de una mano; sigo con los ojos cerrados, me gusta lo que siento a pesar del miedo que empieza a paralizarme."Esa humedad de sus labios resaltando el rojo de la sangre acudiendo a ellos por el deseo", mi lengua discurre por mi boca exactamente como hacia "ella" y me reincorporo súbitamente, con la urgencia de abrazarla, pero el..."Si ella...", se convierte en un neón de luces verdes y amarillas ante mis párpados y me dejo caer, sin recordar que estaba en el suelo. Humedad y un calor tibio van inundando mi espalda, siento cada yema de sus dedos en mis hombros, en mis brazos, en mis manos; y ese olor dulzón, que tan bien describen en las novelas policíacas, me trae a la realidad... he golpeado con el escalón de la chimenea mi nuca y eso que me resulta tan agradable, es mi sangre; "Si ella... se hubiera aferrado a la vida, si ella hubiese taponado su herida.....ELLA, SEGUIRÍA VIVA". Era, eso, ahora sé la causa, y yo no me voy a dejar ir.

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