Día tras día, buscando hilos, telas y alhajas,
formando con ello dedos para atrapar los sueños,
sin detener el pensamiento en zarandajas,
todo en pos de un mañana perfecto.
Descienden las humillaciones, los pisotones, los descabellos,
con la cabeza gacha por no caer en un agujero,
ni lisonjas ni beneplácitos fueron tomados en serio,
sólo terminar con los resquicios de los ataques ajenos.
Ríanse todos, a mandíbula batiente,
que yo arriesgo algo más que mi cuerpo,
queriendo alzar como un hombre nuevo, el vuelo.
Y así fue como me metamorfoseé,
renaciendo como alguien distinto, pensé,
mas en mi caida no había calculado,
que la esencia es invariable, somos vértices y lados.
Lloren conmigo incansables,
pues aún esforzándome fuí abatido,
y ni uno sólo de ustedes, cambiará su destino.
Maldeciría las horas de reflexión,
cambiaría tantos errores sin ton ni son,
que cristalinas serían las otrora opacas intenciones,
por no haber elegido mejor mis selecciones.
Barajemos juntos las posibilidades,
juntemos las barajas diferentes,
veamos las cartas,
que a cada cual reparte la suerte.
Afortunados unos, otros ni mencionados,
la soledad del triunfador no ven los malhablados,
canta, ríe y sueña,
que otros ya te traen en bandeja la tristeza.
Pensamientos semejantes tienen todos y cada uno de los mortales,
cuando en la oscuridad nocturna cobijados,
sinceramente con su corazón charlan de manera afable.
Dejemos inconcluso el poema,
que la vida es así y te mueres cuando menos lo esperas,
un consejillo final,
"Tómate la vida como gustes, pero a los de alrededor gratuitamente no disgustes"
No es un juego! aunque nos divierta la vida, ... es algo más serio.
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