En el silencio entre latido y latido,
acuno mis sueños y acomodo el hastío,
dejo pisadas adheridas para recordar de retorno el camino.
Como en la calma entre olas,
respiro sabiendo que daré bocanadas,
resaltando la vida que el tiempo se lleva a cada paso dado.
Y es cuando en la quietud de tu pecho,
se deslizan mis manos por tu cuello,
buscando el vaho indicador de que no es un sueño.
Vuelta al silencio del bombear incesante,
vida a borbotones aprovechada o malgastada,
son tantas las ocasiones derramadas...
Que es en esas pausas ilusorias,
donde toma forma otra realidad, ¿insana?
productora de placer innegable como el agua en la sed del caminante.
Gozo con el silencio entre latidos,
pues es tu vida y tu muerte a un solo ritmo,
te lloro y me alivio, sabiéndote a mi lado con el mismo final onírico.
"son tantas las ocasiones derramadas" Me ha recordado que cuando tomas una decisión, optas por un camino, rechazas otros. Cada vez que das un sí, dejas a tu espalda un no. ¿Se pierde? ¿Se malgasta? Quizá sí. Pero se vive.
ResponderEliminar¿Son los sueños puertas a realidades diferentes? Quiero pensar que sí, que soñando vivimos esas otras vidas que dejamos atrás en un giro del camino.
Un beso.
Es lo más bonito que jamás he leido, me recuerda a alguien tan cercano a mi en estos momentos de tristeza, me doy cuenta que nuestras opciones hay veces que las decidimos quiza inconscientemente o consciente, pero todo siempre es valido para saber que la vida hay q aprovecharla hasta que nos deje.
ResponderEliminar