Quién plegó las cuatro puntas?
Dejando huerfana de voluntad una hoja,
creando un muñequito sin voluntad propia,
a capricho de corrientes dolorosas.
Pendiente de no molestar con su presencia,
en las voluntades ajenas se acopla,
mas con todas las esquinas roza,
dejando un pedazo de su propia persona.
Remolinos que lo mezclan con basura,
con halagos como para perder la cordura,
cintas de colores se le van enganchando,
La lluvia le da peso,
ahora son los riachuelos,
que lo manejan a su antojo
arrastrándole a un oscuro pozo.
Mas las tinieblas a veces se apiadan,
le dibujan boca, ojos y le enmarcan el alma,
le empujan al exterior suspirando su marcha,
y es que el muñequito... es un canto a la calma.
Calma que pierde,
antes sin ver era feliz,
ahora le parece feo el movimiento del viento,
pues se da cuenta que no hay libertad,
que creerse libre en sus brazos... es un sueño.
Achei seu blog na blogosfera.
ResponderEliminarE adoreii!
Já estou te seguindo..
Me visite tbm
http://lidiepaulo.blogspot.com.br
Beijocas
Ótima 6ª feiraa \º/