So pretesto de aliviar tu espalda,
mis manos recorren tus hombros,
so pena de caer en la tentación deseada,
Entreteniendo tu dolor con golosas caricias,
enmascaro el verbo lascivo,
so dominio de mis cariñosas palmas.
So peligro de caer en la tentación,
me adentro entre tus muslos,
so vestigio de virginal intención.
Se acrecienta mi excitación con cada paseo,
que tu piel me canta verdades,
so valoración, de en mis ojos, el deseo.
(Reconozco que se me ha hecho cuesta arriba... )
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