Maldita sea tu estampa,
que conviertes en noches todas mis mañanas,
con sonidos guturales más que palabras,
para desquiciar mi alma.
TÚ... hiciste o dejaste de hacer,
TÚ... dijiste, no imaginé,
TÚ... todo eso es tu deber,
TÚ... oídos sordos pensé.
Y con tanto... "tú, tú, tú, tú..."
Suelto una carcajada descomunal,
aunque río por no llorar,
porque pareces un teléfono comunicando,
con mis preguntas por contestar.
Maldigo, sólo a ratos, seguirte la corriente,
que estando comunicando da igual si estás presente,
y me siento mal, mas no por tus acusaciones,
si no porque siéndome indiferente aún consigues que llore.
TÚ... ya me dirás en qué gastas el tiempo,
-como si no supieses viendo mi cansancio como lo empleo-
TÚ... a ver si haces la cena enseguida,
-desde el sofá es fácil pedir... cada día-
TÚ... ... ... ...
-he terminado por acostumbrarme a tu desgana de dialogar-
TÚ... ... ...
-acusa cuanto gustes, es tu forma de actuar.
TÚ... ... ...
Comunicando, comunicando...
en una vía de sentido único,
¿tiene sentido esperar de la conversación un inicio?
Todo en ésta vida tiene sentido.. solo hace falta encontrarlo ..
ResponderEliminarUn cálido abrazo