23/10/15

Soy Mala

 - Soy mala - dijo ella.

Él, con la mirada del jugador de póker que escudriña cada sensación y movimiento le contestó sin parpadear...

 No, no lo eres, pero lo serás...
Cuando me dejes con el sabor de tu boca y la dediques a hablar.
Cuando tus pechos rocen mi torso asfixiandome de lo fuerte con que quiero apretarte contra mi.
Cuando esos ojitos me interroguen sobre qué deseo.
Cuando en el simple roce de tus dedos sienta que me voy a quemar.
Cuando mis palabras en tus oídos te produzcan escalofríos y sienta que me deseas, pero no hagas porque sea instantaneo.
Cuando vea como saboreas un trozo de lechuga con una sonrisa en la comisura de tu boca.
Cuando me hables de cosas banales aún a sabiendas de mi espera por saber qué cosas piensas,
Cuando sintiendo que estoy cerca te hagas la despistada, desnudes parte de tu espalda y cantes muy suavecito.
Cuando en el "hasta luego" -no importa cuantas horas hallamos estado juntos- mi cabeza y mi corazón sientan que no han tenido suficiente.

Con esta última frase cayó una lágrima de sus ojos, rompiendo por un instante su aparente frialdad, rodeó su cintura y empezaron a caminar.


Nota del autor: Hoy me apetecía hacer algo distinto, algo romántico a la antigüa usanza, no sé si lo he conseguido pero he disfrutado escribiéndolo.

1 comentario:

  1. Pues sigue creando cosas distintas, Gaby, porque disfruté un montón.

    Saludos.

    ResponderEliminar