Quejas, lamentos, reproches y un sin fin de tonterías,
teniendo al lado a quien demuestra su amor,
sin usar las palabras, siendo las obras las demostradoras de los sentimientos.
Sin embargo prefieren lisonjas las señoras,
aunque vengan de un cabestro que en realidad no las adora,
con sus palabritas dulces y engañadoras,
haciéndolas creer que son del Universo Señoras.
No quieren que comprenda quien las ama,
menos darles argumentos para hacer de la rutina un paraíso,
ni mostrarles interés en lo más mínimo,
no sea caso las "sientan" totalmente enamoradas.
Y es que abre cerraduras un "bonita" a tiempo,
a pesar de las huellas presentes de otros besos ,
o de saber que no son sus manos exclusivas de su cuerpo.
Y es que debe ser cosa de cornamenta,
¿Qué otra cosa adorna mejor una testa?
Mas me apetece hacer nuevas reflexiones,
como que ¿no será porque el macho cabrio no las ata?
¿no será que ni justificar tienen las cosas mundanas?
o tal vez sea que tanto tiene que callar uno como una
y pueden ser tan naturales como ver salir la luna.
Pues se equivocan si creen que quien las ama las juzga,
que cuando no es del agrado propio, uno se da a la fuga,
y también son gustosos los amados de detalles tiernos,
de sentirse deseados y no andar como perro todo el año en celo.
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