No hay dos sin tres, las cabronas ni se ven.

(Hoy no voy a ser políticamente correcto en mi lenguaje, así que... si las palabrejas te ofenden, no sigas leyendo)

Solemos poner en la palestra,

a cornudos, amores y sinvergüenzas,

siempre pasan desapercibidas 

las verdugas que pasan por víctimas.

Que dos géneros suelen haber en todo bicho viviente,

de igual manera existen cabronas y cabrones hirientes.

 A veces usan a los hijos como moneda de cambio,

y otras visten con silencio una falsa dignidad,

cuando la realidad es que no tienen argumentos que mostrar.

Simula y disimula sus idas y venidas,

que la ignorancia fantasea con mil opciones,

y ninguna tragadera.

En privado te calienta para que saltes cuando más personas hay para teatralizar,

así pareces el ingrato que se enfada con cualquier nimiedad.

Que son muy zorras, como las de Esopo,

sabiendo usar los dimes y diretes con suma facilidad,

así minorizan el tamaño, los cariños que se les da, el trabajo

y por qué no decirlo... hasta cuantas veces se las busca para amar.

Me gustaría particularizar, que cada bruja tiene su manual,

sin embargo común a todas es la inteligencia usar.

Otra vida nos depararía el mañana si utilizaran de una manera más sagaz,

su cabecita para mil nuevos caminos beneficiosos afrontar.