Y la vió salir de la ducha, como una Eva paseando por el paraiso, femenina, sensual, deseable. Se entretuvo en mirar cada una de las arrugas en torno a sus labios que tapaba con maquillaje y como perfilaba sus ojos, consiguiendo que sus miradas parecieran más luminosas. Observó con detenimiento como se quitaba la toalla del cabello para empezar a secarse y alisar su pelo; él prefería que su melena se ondulase de la manera natural en que algunos mechones abrazaban parte de su mandíbula.
Desde el sofá en el que se había sentado para ver una pelicula de ciencia ficción, vió como iba arriba y abajo, con cada paseo detectaba más detalles sexys; el pantalón ceñido que enmarcaba sus nalgas en forma de corazón... "deliciosamente disfrutado en tantas ocasiones", un escote generoso que resultaba de lo más erótico cuando con el movimiento dejaba ver la blonda de la parte superior de su sujetador, la sonrisa que aparecía una y otra vez, esas miradas brillando ante la diversión que anticipaba...
Cuando se puso la cazadora y se colgó el pequeño bolso, le lanzó un beso a distancia - !Hasta luego, no me esperes despierto¡- dijo ella pícaramente antes de cerrar la puerta tras de sí.
Sus ojos se quedaron unos instantes sobre la puerta por la que había salido su mujer, se revolvió inquieto, pensó que había salido demasiado sexy, quizás tenía que haberle comentado que tuviese cuidado, que hay unos cuantos "locos" por ahí, que hay personas que interpretan un escote tan generoso con una invitación a acercarse "demasiado"... tenía que... mejor no, que interpretaría esos comentarios de preocupación por su seguridad como palabras, órdenes, machistas; así que... se dispuso a seguir viendo la película pensando en el caracter fuerte de su mujer como armadura ante los "desequilibrados".
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