46, 2.385127, 3, 1; cifras que por si solas no dicen nada, entonces las usamos como medidas... 46 mujeres, 2.385127 manzanas, 3 amigos, 1 coche; y cuantas más palabras les añadimos van tomando forma, una forma más completa determinada y comprensible.
Al ver la cifra 19585,27, era evidente que se refería a euros, sobremanera porque al acabar la cifra estaba el signo "€"; pero eso fue lo que vió no lo que interpretó. para él tenía otro significado, de hecho, a continuación de la cifra aparecieron rostros, de su mujer, de uno de sus amigos, de personas a las que les costó cobrar facturas (no demasiadas, gracias a Dios), incluso de él mismo abrigándose bien dentro de casa para no pasar frío.
Con el rostro de su mujer aparecieron palabras como hipocresía, amor, suposiciones, traición... . Mucha mujer, poco compañera.
Con el de su amigo falsedad, engaño, interés, indiferencia... . Amigo, al estilo de esta época, en la cual los amigos duran lo que dura el mutuo interés.
Con el de los "acreedores" sinceridad, explicaciones, ganas de cooperar... .Acreedores, con ganas de cobrar,acreedores sin dobleces.
Con él mismo, priorizar, responsabilidad... y aunque nunca lo había dicho en voz alta, amor... .El, chapado en muchos valores a la antigüa usanza.
Se sentía cansado y no por la edad (que ya tenía una edad respetable), ni por el físico (que preparaba su cuerpo varios días a la semana); se sentía cansado de estar constantemente pendiente de las necesidades de los demás, de no cuidar las propias, de querer entender lo que no tenía ni lógica ni explicación, de querer "predicar en el desierto". Se sentía cansado de luchar batallas imposibles, y desde luego, lo último que quería era que unas puñeteras cifras hicieran de chivatas de su ingenuidad.
Una vez más se sentía tonto. Una vez más decidió ser "malo, egoista, impredecible, totalmente anárquito vamos.
Salió por la puerta...
Ring, ring, ring....
- ¿Sí? Digame... Vale hija, aunque tengo congelado en el coche, espero que aguante... en veinte minutos estoy ahí. Click.
Mientras subía en el ascensor leyó la placa de peso máximo 375 kg, y se dijo... "En realidad, son más de 375 las veces que me he dicho... Voy a ser "malo"; malditas cifras"...
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