Así le gritaba el nieto a Jacinto, pues éste se encontraba sentado en la rama de un nogal como un crio; es decir, montado sobre la rama como quien cabalga un asno, con un libro apoyado delante de él y balanceando los pies en el aire.
Jacinto cerró el libro, lo metió en la bolsa que tenía colgada cruzando su pecho de derecha a izquierda, lentamente se fue acercando al tronco, apoyo sus manos y con un cierto esfuerzo, pero con seguridad y firmeza, se abrazó y se dejó resbalar hasta la siguiente rama, y de esta al suelo.
- Abuelo, sólo a ti se te puede ocurrir subir a un árbol a leer, con lo cómodo que estarías en el sofá viendo la tv. y ya verás como se ponen mis padres, por un lado mi padre te dirá que ya está bien de ponerle de los nervios, mi madre que no tendrá tiempo para cuidarte si te rompes una pierna... Bufff.
Jacinto esbozó una enorme sonrisa... "Y lo a gusto que estaba yo ¿eso no cuenta?. Os preocupais en exceso por lo que hacen los demás.
- Abuelo, que yo te quiero mucho, pero me da igual si subes o bajas. Lo que me fastidia es tener que venir a buscarte cuando podría estar jugando al "League of Legends".- contestó el nieto mientras colgaba algo en su móvil -probablemente en Instagram-
- Chiquillo, no hace falta que pongas en ese utensilio del demonio que tu abuelo estaba haciendo el cabra; no, a menos que sí quieras escuchar a tus padres - y ante la cara de sorpresa que puse el nieto, añadió con un móvil en la mano- que esto es una buena herramienta si se usa con cabeza, y el mundo real es el que te rodea. ¿no es mejor decirle a una muchacha que te gusta mirándola a los ojos? ¿no es mejor decirle al chulito de la clase que pasas de él arriesgándote a un soplamocos? ¿no es mejor la aventura de encontrar joyas en forma de nuevos amigos yendo por ahí?... ¿Sabes muchacho?- Jacinto pasó su brazo de piel curtida por los años, que emanaba pura energía- Eres tú quien debe bajarse de la parra.
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