Te miro en la distancia sin desearte,
descubriendo cosas nuevas que ahí estuvieron siempre,
de la delicadeza al sentarte,
de como la mirada se pierde en la cucharilla del café caliente.
Desde tu espalda te observo fotografiar,
un detalle, un ave migrante,
me pregunto que discurre por tu mente,
sin atreverme a preguntar.
Son esas pequeñas cosas tan evidentes,
a la vista tan insignificantes,
que te cuentan quien es ella,
que te cuentan sus verdades.
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