22/2/23

En la EA 28 -Relato- MDD7

 La Amas!

 

¡La Amas!. 

Era la expresión que más escuchaba aún siendo ya tres años los que llevaba de divorciado. Aún sin hablar de su "ex" más de lo justito. Eso sí, no había ido a la caza de ninguna mujer, ni joven ni mayor;  tampoco había cambiado su forma de vestir o los sitios a los que ir.

Y tal vez fue así en el pasado, tal vez pedirle el divorcio había sido un acto de amor; si ella se sentía infeliz, si no confiando en él creaba un pequeño infierno tratando de sacar una infidelidad donde no habia nada, si quererlo todo sin sacrificar nada - aunque ese "nada" fuese el esfuerzo de él- qué mejor que hacer lo que hizo. Sí, tal vez la amaba, mientras fue una mujer de fuertes convicciones, mientras compartían valores, mientras eran dos fundidos en uno, mientras fueron capaces de dedicarse un rato a dialogar sobre su forma de ver la vida, el mundo.

Desde el minuto cero, justo cuando él le pidió el divorcio, supo que si había habido amor, debió ser hacía muuuuucho tiempo, porque sin lugar a dudas, si le pides el divorcio a alguien que te ama, lo más visceral es preguntar ¿por qué?, o si hay otra persona, pero nunca, y pienso bien, nunca, le preguntas ¿qué me vas a dar?. Luego silencio, para ser roto por , tal vez una trampa, ¿y del sexo qué?; para él quedaba claro que era una cuestión de dos y que el que lo desease lo pidiese; y con el corazón roto, intuyendo que se trataba de una vulgar pantomima, le escribió un mensaje en tono humorístico solicitando jugar a "papás y mamás"; y así fue, ella no calculó los tiempos y antes de dejar acumularse más peticiones carnales, le amenazó con denunciarlo por acoso. Si, había sido una trampa.

Y es cierto que alguna vez le había caido una lagrimilla, también que los celos le habían mordido bien adentro al imaginarla en otros brazos o se había preocupado al ver que no llegaba a la hora habitual, aunque esta fuera avanzada la noche. Si, era cierto, tan cierto como que no era por quien ella era ahora, si no por el recuerdo de quien fue.

Llevaba rato dándole vueltas al cortado que tenía enfrente, seguro que estaba frío. Solicitó nuevamente otro y en el lapso de tiempo de prepararlo y traerselo se dijo: "Sin duda alguna la amo, a la mujer que le brillaban los ojos, a la que le latía el corazón al escuchar un hasta luego, a la que no necesitaba un principe azul si no un compañero, a esa sí, la amaría hasta... hasta...mi último suspiro o hasta que otra mirada enamorada se cruce en mi camino."

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