Duele! (Memorias de un hombre heteropatriarcal)
He recibido una llamada para ver si podía dar un masaje con tal de aliviar una contractura muscular, y la última pregunta ha sido: "¿A nivel emocional, personal, te preocupa algo?". Divagando entre varios sucesos, y mediante mi conducción de la conversación, ha terminado por contarme:" Es que no es justo, él fue el infiel, con una niña de 34, y la que se ha quedado sola, sin amigos y jodida... soy yo".
Parece que siempre queda jodido uno de los dos, en ocasiones se dice que es el que más amó, en otras, el que fue más dependiente, en otras..., que más da, lo único realmente importante es que se queda mal, muy mal, y la cabeza no ayuda; la cabeza le da por ir a la suya e imagina sin cesar hasta que la herida acaba por ser una hemorragia de fantasías que no llevan a ninguna parte.
Puedo teorizar, pero...¿no es mejor hablar sobre lo que se conoce? Precisamente eso, el conocer, se convierte en un martirio lo que debía ser un placer; el placer de saber qué terreno pisas, lo que sucedió, el error o acierto cometido y así poner solución, quizás no con la misma persona pero sí con futuras relaciones.
No fue eso lo que activó mi modo "fantasías", si no el no entender porqué la continuación de la relación fue el opuesto completo. ¿Cómo se puede odiar o ignorar a quien sólo te ha beneficiado?. En fin, no quiero parecer patético.
Me dolió, me duele, pero al menos ya sé que no es por cosas que imaginé, si no por un hecho real del que nunca sabré la razón; y esto, el no saber nunca la razón, es algo que en ocasiones creo haber conseguido asimilar y en otras no. Supongo que eso lo provoca el tener tiempo para dejar que asome de vez en cuando la pregunta.
¿Por qué?.
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