18/2/23

En la EA 26 -Relato - MHH 7

Confianza!   ( Memorias de un hombre heteropatriarcal)


Parece mentira, pero es cierto, el amor sale por la ventana cuando la desconfianza entra por la puerta. Claro que cada cual, según su trayectoria vital, dirá la suya; pero hazme caso, si no es quien tiene la desconfianza, es el otro por hartazgo; pero el amor se escapa.

Al igual que pasa con muchas mujeres, al menos en mi caso, los hombres también necesitan de un cierto "reconocimiento" por parte de sus parejas; ya sea en forma de un "te quiero", ya sea un piropo sin venir a cuento, o algo tan sutil como es una mirada de deseo. Y al igual que se busca inocentemente esto, las otras partes pueden no ser tan "inocentes" y buscar algo más, después de todo existe la creencia de "El No ya lo tengo" y "Se cazan más moscas con miel que con hiel"; sólo que, no somos moscas caray, y algo contará el amor que sintamos por nuestras parejas. En fin...

Suele mencionarse siempre a la persona herida - da igual si ella, él o cualquiera de los otros tropocientos géneros actuales - sus reacciones al pillar "in fraganti" o a través de medios comprobables, a la pareja, pero no se suele buscar el porqué, basta un " es muy zorra" refiriéndose a la mujer o un "es un golfo" refiriéndose al hombre. Poco se reflexiona si por falta de cariño, complicidad, apoyo, etc... se ha entrado en un círculo en el cual se ha sentido a gusto, y como no ha hablado con su pareja sigue teniendo la misma situación en casa, de manera que no es dificil para la persona cazadora endulzar el oído, simular un falso apoyo, o una comprensión inexistente para hacer caer a la presa en sus zarpas. Pero, ¿qué pasa con la otra parte? Sí, esa parte que se ha mantenido firme, que sí, que buscaba reconocimiento, apoyo o incluso complicidad fuera de casa; pero se ha mantenido firme en su posición y de repente se encuentra con una sucesión inacabable de reproches, de celos infundados, y lo que es peor, la falta de una conversación sosegada buscando más como solucionar la situación que reprochar y buscar un culpable. En estas situaciones ambas partes son culpables, sin duda alguna -exceptuando aquellas en las que una de las partes ya sea "mala" de serie - 

Podríamos entrar en el pensamiento de si perdonar o no, en el caso de infidelidad "física", o en el de infidelidad "emocional", eso ya entra en un ámbito más individual; sin embargo, quienes han dialogado y han encontrado el camino de la complicidad nuevamente, precisamente gracias al diálogo, es muy dificil que perdonando se vuelva a reproducir una situación similar. Lo cual nos lleva a un punto inicial, ¿Realmente existía complicidad desde el principio?.

Sólo como punto final, como reflexión... Recuerdo una pareja que estuvieron al punto del divorcio y me ví entre la espada y la pared porque ambos eran amigos mios, casi como un juez, tras mucho hablar, uno de ellos dijo: "Es que no quería que pensara que era una fulana, porque eso que me pedía lo hacen las fulanas"; evidentemente el diágolo empezó a ir por otros derroteros y a mí sólo se me ocurrrió decir: " Dentro de una pareja, sin coacción y con muchas ganas de disfrutar del otro y con el otro,¿por qué no ser libres sin pensar en cómo nos ve el otro? Para mí lo que os ha faltado desde el principio es complicidad, después de todo, es mediante el diálogo que se llega a ello. Por otro lado, ¿Has pensado que igual las prostitutas hacen determinadas cosas porque no existe esa complicidad en casa de quien contrata sus servicios?.

Últimamente estoy muy serio, a ver si mi inspiración me devuelve el humor tan característico en mi.


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