Ironías del Destino!
Es curioso, últimamente me encuentro con mucha gente a la cual hacía años que no veía; ya se sabe, el trabajo, la pareja, los niños, todas esas personas y cosas que en muchas ocasiones nos alejan de las amistades, aunque a veces es culpa del tiempo de que disponemos o de que cuando llamamos no es el momento y cuando es el momento, no nos acordamos de llamar.
Ha sido un segundo después de ver sentado en una terraza a Iván que una imagen ha cruzado por mi cabeza y me he mordido la lengua -literalmente- ; he agitado la mano y al verme, Iván ha esbozado una enorme sonrisa y casi tira la silla al levantarse para venir a mi encuentro, por supuesto el camarero ha salido detrás de él no fuese cosa de que estuviera haciendo un "sinpa". Tras el abrazo efusivo y las típicas preguntas en tromba por parte de ambos: "¿Cómo te va?¿Sigues trabajando en..?", "¿Tienes niños?" "¿Sigues practicando...?"...etc. Nos sentamos y nos ponemos al día, hasta el momento en que menciona que lleva un año divorciado, en ese momento mi cara debió parecer muy seria porque Iván dijo: "ya sé que te llevabas muy bien con ella, pero habíamos evolucionado de manera diferente; no hubo terceras personas por ninguna de las dos partes, tranquilo, el divorcio ha ido bien". Pasamos a otros temas, y aunque no bebo, me apeteció tomar una cerveza tipo mejicano; Bufff.
- No es que me llevara muy bien con ella, simplemente hacía el papelón para que no te influyera y terminaran nuestros entrenamientos mensuales; pero no sirvió de nada- dije antes de seguir con tono resignado - de todas maneras no sirvió de nada... Un año sin entrenar.
- ¿Sabes lo peor? que me queda un no sé qué dentro, a pesar de haber quedado bien, porque creo que de alguna manera inconsciente, la hacía sentir inferior. - era una voz triste la que sonó al decir eso Iván.
- No puedes decirlo en serio, si ella controlaba el dinero de la casa, lo que se hacía o dejaba de hacer, si era libre de salir de fiesta o a donde fuera con sus amigas, vamos, no me puedo creer que pienses eso y además te entristezcas.
- Creelo, una de las conversaciones, pocos meses antes de pedirme el divorcio así me lo hizo sentir. Me dijo que no se iba de fiesta, que era una forma de darme celos, que se iba a casa de su amiga a llorar, y que debía sentir asco por ella al saber que me había mentido. - con la mirada baja añadió - y yo sólo sentí tristeza, tristeza porque no hubiera tenido la confianza de contarme esas cosas a mi, su pareja.
No śe si fue efecto de la cerveza, de mi lealtad no demostrada, de la tirsteza de sus ojos; la cuestión es que dijo pausadamente pero haciendo hincapié en cada palabra:
- Pues no deberías, porque en un par de ocasiones la ví en "EL Buda Feliz", y no te gustaría que te lo contara, o tal vez sí, que la imaginación siempre juega en contra.
Iván abrió de par en par los ojos, y por momentos parecían transformarse en mirada de odio o tristeza, de cualquier manera, se quedó en silencio mientras le relataba las dos aventuras de caracter erótico que había presenciado. Iván se echó atrás en la silla, derrotado, todo lo contrario a lo esperado por mí. Alzó la mirada, escudriñó ojos buscando algo de mentira:
- Todo eso es cierto, ¿verdad? - dijo echándose hacia delante.- pues me has dejado jodido, porque ahora pensaré que no era suficiente para ella; vamos, que quién debía sentir asco era ella.
¡Tierra, trágame!
No hay comentarios:
Publicar un comentario