Arremolinados los pensamientos racionales para ascender lejos de la destrucción,
mil cábalas forjan estructuras de emociones no vividas,
finales irreales para tranquilidad de mi conciencia,
despejando incógnitas que nunca fueron traducidas,
entremezcladas sin variación, fantásticas delicadezas.
Y es en mi descanso nocturno cuando se hace evidente,
que los sueños en realidades no se convierten,
diluyéndose como sal en el emocional líquido,
ni siquiera el roce de las sábanas suple las caricias,
faltando del cariño suspirado, el aire tibio.
La pesadez de los párpados me entrega intermitentes imágenes,
de cientos de caras con cruces de miradas,
intrigantes sonrisas buscadoras de un alma amiga,
con palabras que sin embargo mueren antes de ser nacidas.
Ilusiones, compartir igual distintos objetivos,
sintiendo el apoyo incondicional aún con la maleza de los tropiezos,
restándole importancia a los comentarios externos.
Complicidad en los nubosos días de desasosiego,
de constantes negativas, rabia, celos,
inseguridades superadas con cariño y precioso silencio,
en ocasiones con la complicidad nacida de los interesados consejos.
Luego, la negrura, el frío del vacío, para reparar con el olvido,
la sensación de hastío de esos ratos de ausencia llenos,
de la marmórea presencia enfebreda,
combatiendo contra mí misma... mi Frío del alma.
Te envio un fuerte abrazo para que nunca sientas ese " Frio del alma"
ResponderEliminarComo siempre un placer pasearme por tu blog amigo mio.