Incalificable!

Maldita sea mi estampa, nací hombre, no pude evitarlo,
tras multitud de primeras planas,
donde dan nuevas de mujeres maltratadas,
uno se siente en potencia alimaña.

¡Nací hombre,  en mala hora me ha tocado!

Que somos diferentes es evidente,
física, químicamente,
incluso en la organización mental,
que no necesitamos helado para el ánimo levantar.

¡Nací hombre, sin haberlo solicitado!

Y luchan batallas vanas,
olvidando que el principio de igualdad va siendo restituido,
que otras personas -hombres- se ponen de parte de la justicia,
aún con todo, generaliza el "patriarcado.
¿y los buenos hombres? Todos al mismo saco.

¡Nací hombre, que descalabro tener algo colgando!

Y es que a mi me importa bien poco,
seas mujer, hombre, trans o tu tendencia sexual,
distingo personas buenas y malas, Ya está.

Me fastidia tanto que cobre menos una persona a igualdad de trabajo,
que me importa un pimiento lleve pantalones, slips o refajo.

Me inquietan tanto los maltratos,
que ya no muerte si no el mero físico castigo,
me pone los pelos de punta aún sabiendo...
que el maltrato psicológico es más difícil controlarlo, evitarlo.

Sé que me dejo muchas cosas en el tintero,
como críticas y para mi consuelo,
pero ni usando el humor,
digerirías un poema mucho más extenso.

Así que recordad...
antes soy persona que hombre,
juzgadme u opinad,
pero según mis actos,
 no por los de los demás.