No creo en lunas sobrevaloradas,
tampoco en amores de una cama,
en no ver brillar tu mirada...
cuando dices que me amas.
No creo en discusiones en sexo acabadas,
pues todo queda por solucionar,
y al levantarse...
vuelve a empezar la batalla.
Dame razones, aunque no con palabras,
ni con regalos ni con lisonjas vanas, envoltorios de la nada.
O no me des, aunque por más que busco,
no encuentro, no me tropiezo, ni las musas me dan una pista,
de qué compartimos con la ropa puesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario