25/12/18

Relato corto Nº5 "Navidad Si, Navidad No"

Entró, como cualquier otro día, en el silencio apenas roto por el sibilante sonido del motor de la nevera y siguió con su plan; puso el tv conectado al ordenador portatil y buscó en internet villancicos; en un principio pensó en villancicos anglosajones con ritmo rockero pero algo en su interior le llevó a buscar villancios de toda la vida españoles -vint i cinc de desembre*, campana sobre campana, los peces en el rio... - y a ritmo del primero dió forma a su plan.

Bien, la mesa dispuesta, sencillita al contrario de navidades pasadas en las que el colorido parecía inundar todo, con los niños revoloteando por el comedor, jugando, persiguiéndose y los mayores trajinando entre copas de vino, de agua, de cava, y el olor...ummm, ese olor... "Dios, se me quemará el bacalao...". Sonó otro villancico y con el primer bocado sintió la amargura en forma de nudo en el estómago convencido de no merecer una nochebuena como esa, después de todo... tenía familia, una familia que había formado y que le había dado de lado. Por un instante quiso llorar, pero le pareció ver sobre una silla al más peque de sus hijos recitando "...us vull desitjar... un bon Nadal**" y levantando los brazos al final haciendo con ello más grande el deseo. ¡No!, no se dejaría arrastrar ni por la melancolía ni por la desesperación y mucho menos por culpabilizarse o culpabilizar a nadie, las cosas habían sucedido de esa manera. Ahora era la primogénita, que trataba de no cantar por timidez, toda emperifollada para la ocasión cuando en realidad desearía estar vestida con otra ropa, claro que a su madre le parecía hermosa vestidita de señorita. Se esforzó en dar el primer bocado, el más dificil, pero debía hacerlo, la vida da reveses pero el tiempo sigue transcurriendo participemos o no; y ese tiempo es perdido si no se utiliza en "Vivir" (sea lo que sea Vivir). Consiguió terminar la cena entre villancicos, recuerdos, y a pesar del esfuerzo... con poca alegría.

Cerró ordenador y tv, el silencio volvió a hacerse presente, su cuerpo se movía pero su mente estaba totalmente en blanco aunque no en paz. Tantas navidades no disfrutadas por enfados no aclarados a tiempo, tantas navidades siendo servil tratando de que reinase la Paz, tantas navidades luchando por conseguir que no hubiesen rencillas... tantas, tantas, que no las había disfrutado y para su suerte (buena o mala es harina de otro costal) habían quedado grabadas situaciones, canciones, gestos, incluso risas propias. El silencio se le hizo dañino mientras fregaba los platos.

Era temprano para una nochebuena, las 22:30, aún así se metió en la cama, se echó el edredón por encima... "Ya los llevo yo a la cama...", recordó que de igual manera había tapado a sus hijos, aunque ellos dormían "como dos angelitos". Inquieto dió vueltas en la cama, sus pensamientos ya no trataban sobre sus emociones, si no en la cantidad de personas que pasarían en una soledad parecida o peor esta noche (tal vez con la esperanza de no sentirse tan mal, tal vez en un sentimiento de solidaridad, tal vez... ). Mañana el ajetreo del día a día arrinconaría la soledad... y la oscuridad se cirnió sobre él.


* Vint-i-cinc de Desembre : Veinticinco de Diciembre.
** "Us vull desitjar... Bon Nadal": Os quiero desear... Feliz Navidad.

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