que no intuyo, sé, reconozco,
tantas cosas en ti brillando con luz propia,
sin peso de tus palabras pero si de tus actos.
Como es de importante la felicidad de tu gente,
cercana o lejana, es indiferente,
aunque vas aprendiendo a dosificar tus carnavales,
pasando de puntillas entre las personas banales.
Los valores que has aprendido con el transcurrir de los instantes,
aparcando si fuera necesario los placeres,
han forjado tus aristas multiplicando lo bueno sin trucos,
cual diamante oculto que deja a la tierra gozar dando frutos.
Y es imposible sustraerse a tu atracción,
lo no palpable se refleja en tu exterior,
siendo como eres, un diamante en formación,
pocas aristas quedan para dar tu mejor versión.
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