Recuperar el tiempo!
"Tanto decirme que tengo que salir, que tengo que buscar una mujer, que tengo que tener alguien en mi vida; pues ea, ya estoy aquí, de pie en una barra con una bebida en la mano, ojeando el entorno como un aguila buscando presa". Eso pensé la otra noche, mi primera salida nocturna en años; claro, me habían dicho tantas cosas, una de ellas que ahora no hacía falta tratar de engatusar a ninguna mujer, que vendrían solas, ja, como si yo fuese un hombre de esos que cuando entra en algún lugar todas las miradas se dirigen a él; bueno, si se podrían dirigir a mi, pero más por mi actitud de pez fuera del agua o por mi timidez que por ser "EL Hombre".
"Se ve animado el ambiente, aunque hay poco espacio para bailar y las mujeres van vestidas "para matar. sin embargo, llevo mi primer cocktail acabado y ni una me ha sonreído siquiera. Hasta el momento me he sentido incómodo, he recordado a aquellos hombres de codo en barra - babosos les llamaban mis amigas- y por un momento me he sentido uno de ellos...". Decidí tomar un segundo cocktail y me pregunté qué sentido tenía lo que había oído decir tantas veces, tanto a divorciados como a divorciadas: "Ya soy libre, voy a salir y recuperar el tiempo perdido". ¿Tiempo perdido? ¿No estuviste con la persona a la que amabas? entonces no deberías contarlo como tiempo perdido, eras Libre de irte o quedarte. O sobre cosas que a la persona le gustaba hacer, ¿escalar? ¿leer?¿jugar a la petanca?, yo que sé; lo que si sé es que si bien uno dejo de hacer algo, la otra parte también y todo porque hay que priorizar, hay que hacer más efectivo el tiempo. Si hablamos de perder el tiempo porque no se ha podido experimentar cosas "sexuales", pues repito lo anterior, eras libre de irte o quedarte, dependía de ti el aceptar una cosa u otra.
"Un tercer cocktail me hará llegar sobre las 02:30 de la madrugada a casa, y este ambiente no me provoca el querer bailar o entablar conversación levantando la voz para que me oigan, así que... a casita". Pensado lo cual, pagué y me dirigí a la motocicleta. En el árbol anterior había una mujer de falda muy corta y verguenza muy larga, que a duras penas me esquivó al darse cuenta de mi presencia mientras se limpiaba los restos de vómito de sus labios. Trastabilló y casi se cae, pero a pesar de mi edad mis reflejos están muy vivos, la cogí al vuelo, la senté en un banco, le pregunté si estaba bien o necesitaba algo y me marché hacia la moto oyendo casi en un susurro: "Gracias, señor". No supe si darme la vuelta y decirle que con un gracias hubiera sido suficiente o esperar a que alguna de sus amigas, si había ido con alguna, saliera a ver cómo estaba y mientras tanto aguantar sus penas.
"Que envenenados por los medios digitales estamos, ya ni sabemos gestionar nuestra diversión, mucho menos hacernos fuertes; ya no se sabe vivir con uno mismo; que gran error, nacemos y morimos solos y lo demás es un regalo... . Tiempo perdido podría decir que ha sido esta salida, pero no, he disfrutado de buenas vistas, escuchado buena música el 80% del tiempo, he incluso me he preocupado por un prójimo. Hubiera sido redondo poder abrazar a una mujer, sentir un cuerpo femenino mientras huelo el olor de la persona, y tratar de adivinar en su mirada lo que estaba pensando; eso si, eso lo hecho de menos"
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